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Estafas dinero al instante

“Canals da a conocer distintas malas prácticas relacionadas con los créditos rápidos en tiempos de crisis”

(Pruebas, testimonios, capturas de pantallas y recursos consultar con prensa)

< Créditos express > , < créditos rápidos > o < créditos instantáneos > son distintas denominaciones utilizadas para hacer referencia a la práctica de prestar dinero rápido en tiempos de crisis.

Canals apunta a la proliferación de todo tipo de anuncios en Internet y prensa escrita en los que se promueven textos publicitarios al estilo “dinero fácil, en 24 horas, sin avales ni garantías”, se trata de empresas que ofrecen dinero rápido, sin necesidad de disponer de grandes avales o contraprestaciones, ofrecen pequeñas cantidades y promueven su mensaje en un tono sensacionalista que recuerda a los viejos panfletos de época en los que se ofrecían remedios milagrosos. Su proliferación es la consecuencia más directa del encarecimiento de los créditos y el cierre del grifo crediticio que ha vivido nuestro país en los últimos meses hasta el conformando una alternativa a las grandes corporaciones bancarias que han pasado de conceder muchos créditos a no conceder ninguno.

La carne de cañón de estos anuncios es siempre la misma, familias humildes con pocos recursos y dificultades para llegar a final de mes en un país en el que el mileurismo se afianza en la clase media. Es frecuente además, que este segmento de la sociedad no disponga de ahorros circunstancia que les impide hacer frente a imprevistos de distinta consideración.

La inmediatez o brevedad de la transferencia, el bajo nivel de exigencias que se piden a cambio y la comodidad en la devolución de los plazos conforman los ingredientes básicos de estos préstamos. A menudo ofrecen la posibilidad de devolver el pago en cómodas mensualidades y en importes de baja cuantía pero que pueden sin embargo llegar a prolongarse durante años. Es frecuente que no pregunten a qué será destinado el dinero y que exijan poca documentación, nisiquera hay que avalar con ninguna propiedad y destacan en letra grande la cantidad mensual a devolver ocultando o dejando así en segundo plano los altos intereses que cobran por el préstamo.

Tapar agujeros o hacer frente a un pago urgente suelen ser motivaciones de primera necesidad, las prisas con las que se contratan unida a la < falta de cultura jurídica > de este target hacen que el usuario no suela leer a fondo la letra pequeña del contrato en la que se incluyen cláusulas abusivas o exagerados tipos de interés. Se convierten en créditos de gran riesgo –afirma el Director de la Agencia de Noticias para el Fraude y la Picaresca- ya que en muchos casos el fraude se realiza dentro del contexto de la legalidad.

El gancho que utilizan los prestamistas es la sencillez y la agilidad del trámite en contraste con las grandes entidades financieras que no suelen asumir grandes riesgos y a las que hay que acudir armado de documentos que se analizaran con lupa. Saben que las vías de financiación convencionales están paralizadas debido a la conyuntura económica actual y es por esa razón que el dinero fácil a un precio alto se convierte en una alternativa aparentemente “seria” para algunos consumidores. Comprar un coche, reformar la vivienda, tapar agujeros o hacer frente a una deuda son algunos de los argumentos que pueden llevar a contratar uno de estos préstamos sin sospechar en muchos casos que los compromisos adquiridos pueden convertirse en la peor de las pesadillas.

En algunos casos los ofertantes disponen de acuerdos con call centers y captan a sus clientes a través de llamadas telefónicas, se trata de “vender dinero rápido” por el mismo método utilizado para vender enciclopedias, jamones o cursos de inglés, llaman al ciudadano y le tientan con la idea de disponer de 1000 o 2000 euros de manera rápida y con la posibilidad de devolver el importe con pocos dolores de cabeza. En algunos casos estas empresas prestan dinero a ancianos y jubilados sin tener en cuenta su avanzada edad pudiendo así transmitir la potencial deuda a hijos y descendientes.

Estos créditos rápidos suelen moverse en cantidades que oscilan entre los 300 y los 25.000 euros, los ofertantes fraccionan el pago en < cómodas pero dilatadas mensualidades > que permitan teóricamente compatibilizar la situación del cliente con el pago de una nueva deuda. Detrás de la sonrisa que esconden las fotos de agencia de estos anuncios se esconden empresas y/o prestamistas que saben hacer bien sus cálculos aunque el importe a prestar es pequeño y el riesgo sea mayor saben que acabarán cobrando el dinero si se ofrecen cómodas mensualidades con importes pequeños a un interés abusivo.

Los requisitos son bastante simplificados a menudo basta con no figurar en el ASNEF, RAI u otras listas de morosos o impagados y tener un pequeño comprobante de ingresos, tras la firma de un contrato le transferirán el dinero a su cuenta en unas 24 horas a partir del momento de la aceptación.

< Internet, prensa escrita y anuncios clasificados se convierten en el último recurso en la búsqueda de dinero rápido >

Internet se consolida como uno de los escenarios para la oferta y la demanda, basta teclear palabras como “dinero fácil” en motores de búsqueda como Google para acceder de inmediato a distintas empresas que compiten para ofrecer créditos de este tipo, una de ellas declara “le prestamos 500 euros ingresados en menos de 7 horas en su cuenta corriente”, otras aseguran poder otorgar hasta 3.000 euros sin necesidad de tener avales ni garantías de ningún tipo rellenando un simple formulario y aportando una mínima documentación.

< Perfil del estafador >

Muchos de estos créditos son gestionados y promovidos por personas con conocimientos del mercado financiero, se establecen por su cuenta dirigiéndose a familias de economía doméstica, actúan desde pequeñas oficinas de barrio o incluso a distancia utilizando telefonía e Internet, su modus operandi es consiste siempre en sacar partido a la falta de conocimiento jurídico que tienen sus víctimas.

< Internet espacio de denuncia y encuentro para afectados >

Internet y las redes sociales se han convertido en el mayor escenario utilizado para denunciar públicamente a estas financieras, cuando distintos consumidores se sienten estafados acuden a los foros a denunciar estas prácticas mancillando así el nombre de estas empresas ante los motores de búsqueda. Esta circunstancia lleva a algunas empresas a cambiar de nombre comercial al convertirse Google en su mayor depredador.

La red también se ha llenado de llamadas desesperadas, anuncios en los que personas con apuros lanzan un SOS, madres de familia o personas con falta de recursos que necesitan pequeñas cantidades para hacer frente a problemas familiares.

< Canals enumera y clasifica los principales fraudes en micro-créditos >

< Engaños en la letra pequeña del contrato >

Es frecuente que las distintas cláusulas escondan aspectos no transmitidos en el contenido publicitario, las prisas con las que se suelen firmar estos contratos animan a no ponderar ni contrastar la información ya que el consumidor busca una solución ágil y rápida a su delicada situación. Es el pan para hoy y hambre para mañana. Es frecuente que se estipulen penalizaciones abusivas no presenten en la conversación con el ofertante o el pago de tasas exageradamente altas por querer modificar algún aspecto del crédito.

< Pago fácil a cambio de intereses desorbitados >

Este fraude muy común consiste en prestar dinero a cambio de hinchar las mensualidades con intereses desorbitados, en muchos que pueden llegar hasta el 30% o 40% cuando el interés ético no debería rebasar el 10% apx.

< Fraudes en la firma ante notario >

Algunos usuarios denuncian ser engañados en el momento de la firma notarial ya que el contrato firmado no coincide exactamente con la “copia” que el ofertante facilitó al cliente unos días antes, de esta manera el cliente firma condiciones que no entraban en sus cálculos cuando decidió contrastar la información.

< Prestamistas individuales >

En algunos casos las empresas carecen de estructura legal, utilizan nombres comerciales cuando en realidad se trata de prestamistas domésticos que se dirigen a personas con necesidades de pago urgente, ofrecen dinero rápido pero solicitando una devolución que supera y multiplica en creces al dinero prestado.

< Penalizaciones abusivas >

Algunos préstamos contemplan la aplicación de penalizaciones que castigan al consumidor con importes astronómicos o condiciones asfixiantes como el hecho de poder aumentar la deuda en el caso del retraso de una sola de las mensualidades.

< Embargo de propiedades >

Pedir un pequeño crédito y encontrarse como el prestamista le embarga la casa entera es una realidad y un abuso que contemplan algunos de estos créditos rápidos, añadir condiciones que permiten embargar toda la propiedad en el momento en el que se produzca un impago conforma una de las tipologías más extremas de este fraude.

< Fraudes en solicitudes y comisiones de estudio >

Algunos ofertantes cobran pequeñas comisiones (30, 50 o 100 euros apx) por analizar el caso y la solicitud sin garantizar por ello que vaya a materializarse el préstamo, de esta manera ganan cierto dinero al realizar decenas de solicitudes a personas a quienes jamás se les prestará el dinero, el consumidor se sentirá una vez más estafado.

< Decálogo de consejos para evitar ser víctimas de este perfil de engaño >

Leer la letra pequeña del contrato, si no tiene conocimientos pida las condiciones escritas y una copia previa antes de la firma, asesórese mediante un gestor o persona externa para que valore de manera objetiva los potenciales riesgos y ventajas del crédito.

No fiarse de textos sensacionalistas “dinero fácil en 24h sin avales ni garantías” no existen gangas y menos en tiempos de crisis, desconfíe de préstamos que vayan con letra grande y tono excesivamente sensacionalista.

Minimizar el anonimato y solicitar una identificación clara a la empresa, si ha contactado por teléfono pida una prueba, documento o carta acreditativa, solicite una dirección de contacto y datos fiscales.

Solicitar información detallada acerca de las mensualidades y también acerca del interés, penalizaciones y cualquier otro aspecto con el fin de < evitar sorpresas >

El dinero rápido suele salir caro e hipotecar al consumidor que lo solicita, un buen consejo es solicitar dinero a amigos o familiares antes que hacerlo a empresas de dudosa reputación.

Evitar las prisas, no apresurarse ni precipitarse, aunque necesite dinero rápido tómese unos días para consultar con amigos o fuentes documentadas, precipitarse puede ser la peor decisión ya que puede quedar legalmente aprisionado a una situación que perpetúe su deuda.

Fuente a mencionar: Francisco Canals experto en fraudes, timos y estafas, director de la Agencia para la Picaresca.